La investigación de delitos con la inteligencia artificial – IA en la Policía

Después de tratar en nuestros otros artículos sobre la Inteligencia Artificial (IA) en la Policía Nacional los algoritmos y su fiabilidad y los riesgos que suponen en la vulneración de los derechos, en este caso y para finalizar esta serie trataremos la investigación de delitos con inteligencia artificial por parte de las FCSE.

Tal y como indica la Doctora en Derecho Carlota Cuatrecasas en su artículo «La inteligencia artificial y la investigación de delitos» publicado es la revista Lógos: «observamos herramientas de IA que podrían resultar de gran utilidad para mejorar la eficiencia del proceso penal de instrucción español». La Doctora también recalaca que a la vez es importante analizar los potenciales riesgos más comunes que se han encontrado en su uso y que deberían de evitarse.

Primero de todo indicaremos que existen a día de hoy 3 tipos de herramientas, que vamos a analizar con más detalle a continuación:

Herramientas de predicción y evaluación de riesgos.
Herramientas de investigación de delitos.
Herramientas de tramitación.

Las herramientas de predicción y evaluación de riesgos

Como ya sabemos, los algoritmos no tienen la capacidad de predecir eventos futuros, pero pueden calcular la probabilidad de que algo ocurra basándose en datos previos. Así pues, las herramientas de predicción y evaluación de riesgos se alimentan de estos algoritmos para anticipar comportamientos y sucesos.

Los sistemas de policía predictiva tienen como principal objetivo optimizar recursos y mejorar la eficiencia en la prevención del crimen.

Si quieres saber más información sobre los algoritmos y si son seguros para la predicción delictiva, te aconsejamos que leas nuestro primer artículo de la serie la Inteligencia Artificial en la Policía Nacional, aquí.

Los sistemas de policía predictiva se centran en tres grandes bloques:

La predicción de delitos o mapeo delictivo, para pronosticar dónde y cuándo hay una alta probabilidad de realizar actos delictivos.
La predicción de identidades delictivas, para identificar a personas potencialmente delictivas, ya sea en el presente o en el futuro.
La predicción de identidades vulnerables, para identificar a quienes en un guturo podrías ser víctimas de un delito.

Las herramientas de investigación de delitos con inteligencia artificial

Estas herramientas son las que valiéndose de la IA se emplean para conocer y demostrar la perpetración de delitos, con todas sus circunstancias, como por ejemplo la culpabilidad de los delincuentes, conforme a lo dispuesto en el art. 299 LECrim.

Aunque no existe una clasificación científica que recoja este tipo de herramientas, si que la Doctora Carlota Cutrecasas nos ha dejado en su artículo una clasificación para facilitar el análisis de estos nuevos sistemas.

¿Qué clases de herramientas tendríamos?

Herramientas que emplean datos biométricos

Los datos biométricos son los datos que permiten la identificación de un individuo, mediante sistemas o procedimientos tecnológicos.

Los sistemas de IA efectúan la comparación de imágenes introducidas por las autoridades con las que se encuentran en vastas bases de datos policiales o judiciales, y en caso de existir coincidencia, salta una alerta.

Entre los más empleados tenemos: las huellas dactilares, la voz, los patrones faciales o la retina.

Reconocimiento facial

Es la tecnología que permite, a través de la IA, identificar o verificar identidades a través de las formas, proporciones y rasgos de su rostro. Para ello se toma como base la imagen o vídeo de su faz que ha sido registrada bajo códigos matemáticos.

Ya existen aplicaciones que permiten crear un perfil de una persona sospechosa en cuestión de minutos a partir de una simple fotografía, como es el caso de Clearview.

Además, gracias a la incorporación de sistemas de reconocimiento facial en cámaras de videovigilancia, se podría detectar la presencia de individuos que tienen medidas cautelares o condenas que les prohíben ingresar en ciertos lugares públicos, como el metro o una localidad específica. Entre otras muchas cosas.

El Reconocimiento de voz

Este tipo de herramienta representa una rama de la inteligencia artificial cuyo objetivo es facilitar la interacción entre individuos y sistemas informáticos.

Un sistema de reconocimiento de voz posee la capacidad de detectar y comprender las palabras emitidas por un ser humano de manera natural.

Un ejemplo para el uso de este tipo de herramienta, sería: la investigación de una conversación telefónica judicialmente intervenida, y la necesidad de verificar si la voz de una grabación corresponde o no a una determinada persona relevante para la investigación (por ejemplo, el presunto autor de unas amenazas).

El Reconocimiento de emociones

Esta tecnología permite, a través de la IA, detectar ciertos sentimientos, intenciones o estados de ánimo.

Su uso podría ayudar, entre otras, a detectar con alta precisión si una persona está diciendo la verdad o no al prestar declaración.

Esta herramienta, según el estudio, publicado en PlosONE, funciona con el uso de ondas de radio para medir las frecuencias cardíacas y respiratorias. Estas pueden predecir cómo se siente alguien incluso en ausencia de otras señales visuales, como expresiones faciales.

Una buena forma de cerrar, esta serie de la IA en la Policía Nacional, sería con esta frase de Margarethe Vestager, Vicepresidenta de la Comisión Europea (2019-2024), cuando al presentar la Estrategia Europea de datos y las Opciones estratégicas destinadas a garantizar un desarrollo de la IA centrado en el ser humano, dijo: “La IA no es buena ni mala en sí misma, todo depende de por qué y cómo es utilizada”.

Así pues, entendemos que la IA está aún por legalizar al completo, al igual que su uso y las herramientas que la población puede o no usar. Y somos conscientes que legislar sobre un fenómeno tan complejo como la IA no es tarea fácil, y menos cuando se trata de autorizar su uso para fines de investigación criminal.

Por ello sería recomendable que los poderes legislativos se asesorasen con expertos en materia de IA, de protección de datos personales, de ciberseguridad y de Derecho Penal y Procesal Penal. De esta forma, se limitaría al máximo la vulneración de derechos y los peligros que se podrían ocasionar.

No debemos olvidar que igualmente, vivimos un gran momento histórico, donde se están sentando las bases de nuestra evolución como especie conviviendo con un fenómeno tan extraordinario pero a la vez tan peligroso como es la IA.